Art Block

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El art block es uno de los mayores problemas que puede tener un artista, es una de esas cosas con las que saltan las alarmas y con las que el resto de los artistas te miran con compasión, algo así cómo dibujar el otro ojo. Pero creedme, ni siquiera el otro ojo es tan malo como el art block, y ya es decir. "Tener un art block" es una expresión que hemos tomado del inglés (como muchas cosas del mundo del arte actual), pero en español hay una traducción completamente comprensible: bloqueo artístico. Pero  en inglés suena más guay... Básicamente, en el ámbito artístico en el que nos manejamos aquí, es no poder dibujar nada, que no te salga, que las ideas no fluyan, y si consigues una idea, nunca parece estar bien. Se siente como si se te hubiera olvidado dibujar.  Afortunadamente, no suelo tener muchos art blocks, más bien simplemente soy una perezosa, y cuando no me da palo dibujar, no tengo tiempo. El ciclo sin fin, que lo envuelve todo, y aunque estemos sol

Acerca de mí...

Soy una chica de 18 años que vive en una pequeña ciudad de España que tiene los atardeceres más bonitos del mundo, donde todo se sabe y el ambiente se nos hace tóxico a los más jóvenes.

Nunca me habría imaginado estudiando arte, a mí el arte de pequeña no me interesaba mucho. Pero la vida da muchas vueltas, y aquí estoy. No creo que mis dibujos sean especialmente buenos o mejores que los de nadie, sin embargo son míos, y, ey, eso ya tiene mérito.

Soy una de esas personas que dejan que la casualidad guíe sus pasos, y que cuando preguntan "¿A dónde vamos?" responde "A donde nos lleve el viento". Creo en el efecto mariposa y por ello el pasado no me preocupa, pero le tengo miedo y desidia al futuro a partes iguales.

Solo estoy aquí para compartir un poco de mí con quien quiera escuchar, y si nadie quiere pues hablaré sola, que tampoco es ningún drama. Ya sabéis lo que dicen de que todos los artistas están tristes y locos, bien, yo estoy loca y perdida. Así que en lo que me encuentro, tengo tiempo libre.

El próximo curso voy a la Universidad, quiero ir a Madrid si la Selectividad no se lleva mi alma antes (bla, bla, bla, no se dice selectividad; da lo mismo). Y una vez allí, sí que voy a estar perdida.

Pero no me importa lo más mínimo.

¿Por qué habría de hacerlo?

Al fin y al cabo, encontrarse está sobrevalorado.

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