Art Block

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El art block es uno de los mayores problemas que puede tener un artista, es una de esas cosas con las que saltan las alarmas y con las que el resto de los artistas te miran con compasión, algo así cómo dibujar el otro ojo. Pero creedme, ni siquiera el otro ojo es tan malo como el art block, y ya es decir. "Tener un art block" es una expresión que hemos tomado del inglés (como muchas cosas del mundo del arte actual), pero en español hay una traducción completamente comprensible: bloqueo artístico. Pero  en inglés suena más guay... Básicamente, en el ámbito artístico en el que nos manejamos aquí, es no poder dibujar nada, que no te salga, que las ideas no fluyan, y si consigues una idea, nunca parece estar bien. Se siente como si se te hubiera olvidado dibujar.  Afortunadamente, no suelo tener muchos art blocks, más bien simplemente soy una perezosa, y cuando no me da palo dibujar, no tengo tiempo. El ciclo sin fin, que lo envuelve todo, y aunque estemos sol

¿De qué va todo esto?

¡Buenas, personita cualquiera! Y bienvenido a un rincón cualquiera de Internet. No sé cómo habrás llegado hasta aquí, pero, permíteme invitarte a quedarte.

Antes sería conveniente presentarme, aunque en realidad ya lo he hecho, lo pone ahí en el título del blog: "Una Artista Perdida". Esa soy yo. Sí, bueno, es una descripción un tanto escueta, pero así estamos la mayoría de artistas en el siglo XXI, perdidos. Aunque estoy bastante segura de que Da Vinci y Picasso también se sintieron perdidos más de una vez.

Justo de eso va este blog, me gustaría hablar de cómo es ser una adolescente a punto de entrar en la universidad, que quiere estudiar algo relacionado con el arte y que apenas sabe diferenciar derecha de izquierda. Todo el que sienta la necesidad de un mapa y una brújula de vez en cuando, sea o no artista, tiene un lugar aquí; y si estás perfectamente ubicado en la vida, también puedes quedarte y enhorabuena.

Quiero volcar miles de cosas aquí, será una pequeña fogata en medio del bosque, una fogata algo desastrosa, eso sí. Puede que hecha con trozos que nada tienen que ver los unos con los otros, la aderezaremos con algo de humor e ironía, que nunca están de más y hacen al fuego de este tipo de hogueras más cálido. También podemos tumbarnos en nuestras duras esterillas de vez en cuando y mirar a las estrellas mientras divagamos (una de mis actividades favoritas), e incluso cantar una canción de campamento, lo más alto y desafinado que podamos para elevarnos el ánimo en los momentos bajos.

Has de saber que aquí no regalamos instrucciones de vida, que aquí la perdida soy yo, ¿recuerdas? Tómate este pequeño campamento, este rincón entre árboles de ceros y unos, como una posada donde compartir indicaciones y agua fresca, quizás un sitio para reír un rato y olvidarnos del inmenso mundo en el que estamos tan extraviados.

Espero que hayas leído hasta aquí, y si es así, ojalá te quedes. Sin embargo, si no te convence esto, no puedo culparte. Después de todo, ¿quién escucharía a una artista tan perdida como yo? 

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