El arte en la historia

Suena a título del primer tema de un libro de Historia del arte, ¿eh? Es que vengo a hablar justo de eso, pero tranquilos que no os voy a soltar toda le teoría que llevo aprendida en un curso y medio, más bien os vengo a contar por qué tras estudiarlo me he dado cuenta de que es importante.

El arte es capaz de reflejar el pensamiento de una civilización o cultura aún cuando no había manera de que nos la transmitieran como en la Prehistoria, aquellos dibujos rupestres en las cuevas tenían un significado mayormente ritual, pensaban que si dibujaban gente cazando y animales varios había buena caza, era importante para ellos y eso nos hace comprender que todo su mundo giraba en torno a la supervivencia; podemos saber cuándo se empezaron a preocupar por la muerte viendo sus primeros ritos funerarios, o sus restos más bien.

Los siguientes grandes en ritos funerarios son los egipcios, claro, todo su arte giraba en torno al faraón, que era casi un dios en la tierra, y los propios dioses y, sobretodo, la vida más allá de la muerte. Prueba irrefutable: las tumbas más guays del mundo, las pirámides.

Luego vienen los griegos, con su urbanismo y su antropocentrismo, el arte romano tan basado en perdurar en la historia, los bizantinos, etc, etc.

Más tarde, el arte transmitiría un pensamiento de un grupo más que una cultura al completo, avanzando mucho en el tiempo: los dadaístas, básicamente rompieron con todos los esquemas que quedaban por romper e hicieron arte sin pies ni cabeza y que pretendía hacer reflexionar sobre el propio arte y su valor real o el valor que el artista le aportaba.

Resumo todo esto en que el arte es el gran cuentacuentos de la historia de la humanidad, y estudiarlo y entenderlo te hace comprender mucho mejor a las personas, en vez de simplemente ir a un museo y decir: qué cuadro más raro, es bastante feo, odio las exposiciones artísticas, bla, bla, bla. Chorradas. No tienes que empollarte una carrera de historia del arte, máquina, pero un poquito más de cultura general nunca está de más, especialmente si hablamos de arte.