El comienzo

Me gustaría contaros por qué comencé yo a dibujar, es muy simple: porque vi a mi mejor amiga hacerlo. ¿Veis qué fácil?

Ahora enserio, siempre he sido una persona muy creativa con mil historias en la cabeza, y cómo a mucha otra gente me gustaba sacarlas fuera, pero yo no dibujaba, de hecho, yo de pequeña no tenía ese afán por el arte que tengo ahora, ni mucho menos; yo escribía.

Las letras eran mi mundo, supongo que esto se debe a que me encantaban los libros gracias a mi hermana mayor, y por mucho tiempo dije que yo iba a ser escritora.

El boom llegó a mi vida cuando mi anteriormente mencionada mejor amiga comenzó a dibujar, y no sé qué me dio a mí por probarlo que me acabó gustando, me lo tomaba como una especie de diario gráfico, una ida de olla muy grande. Tengo una anécdota sobre esto último: en una acampada de la hípica de mi ciudad "dibujé" a una chica de la que me olvidaría durante años, pero nos reencontramos, y aunque yo no la recordaba a ella, ella a mí sí, ¡y mis dibujos fueron la prueba!

Uno de mis primeros dibujos, éramos mis amigas y yo. 2014

Al curso siguiente me apunté a unas clases de pintura, dónde aprendí variadas técnicas y mejoré mucho durante varios años, con mi trabajo extra en casa, claro está.

Por cierto, un pequeño paréntesis, ¿sabéis esa fase manga por la que muchas personas que comienzan a dibujar pasan? Yo nunca la tuve porque no sabía que eran ni el anime ni el manga porque yo que sé. Sigamos.

2015

Aunque no sustituí mi pasión de la escritura por esto, mis cutres bocetos no eran más que un hobby que, aunque fue creciendo, tardé mucho en aceptar como algo más que un pasatiempo. 

Esto se debía a que estudiar arte me parecía una verdadera pesadilla. ¿Estudiar siglos de obras y autores famosos? No. ¿Tener que hacer miles de copias de miles de esculturas? Nop. ¿Anatomía? ¿SABERSE LOS MÚSCULOS QUE DIBUJAS? NO NO NO.

Y así me engañé a mí misma toda la ESO. Hasta que llegó 4º, y con ello, las decisiones sobre modalidades. A estas alturas, ya prefería dibujar que escribir, aunque nunca lo he abandonado del todo y siempre intento volver a ello, pero como soy igual de perseverante que una patata, pues no funciona. Qué raro, oye.

Tuve que empezar a plantearme qué es lo que quería hacer con mi vida, porque tenía que escoger una modalidad en Bachillerato, y vi todas mis puertas cerrarse, nada me hacía ilusión, no había tenido constancia en nada, en escribir un poco, pero, había una cosa que me motivaba aún más: dibujar. Así que sí, básicamente he decidido qué quiero hacer con mi vida teniendo en cuenta de qué no me he hartado. Es una metodología tan válida como cualquier otra, ¿vale?

No, no sé qué quiero hacer concretamente, pero ya se verá, no tengo prisa. Y aquí estoy, a punto de terminar el Bachillerato artístico, mirando residencias y apuntando a una buena universidad de Bellas Artes. La de vueltas que da la vida, ¿cierto? Me cuentas hace 5 años que iba a estar así y me reía en tu cara, bueno en realidad no lo haría porque era (y soy) una niña bastante educada y tímida; pero, pillas el concepto, ¿no?

Solo por si os interesa comparar, aquí uno de mis últimos dibujos, hasta la próxima.